Portada Novela Percances

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sábado, 25 de diciembre de 2010

Capitulo 2- Percances -Saga Intromision -SB

Una vez que esa explosión de placer arremetió contra ambos sumergiéndolos en sensaciones inimaginables, Nico aun sin abandonar su cuerpo se dejo caer sobre ella, la respiración acelerada en los dos, se sentía tan satisfecho, muchas veces había tenia sexo, pero esta vez había sido única, todo lo que ella le hacia sentir, todo lo que le provocaba era completamente nuevo, si de algo estaba seguro es que nunca habría otra mujer que lo hiciera sentir así, una vez su miembro satisfecho, lo libero de la estrechez de su cuerpo, poco a poco una vez que estuvo fuera de ella beso su cuello y emprendió un recorrido cuesta abajo con un único propósito saborear ese sabor único del momento; Cam estaba extasiada, sus pensamientos no tenían cordura alguna, sentía cada terminación nerviosa en su cuerpo electrizada, su cuerpo desguanzado, una vez que el salió de su cuerpo su centro se vio invadido por una sensación de vacio, como si nunca volvería a estar completo cuando el no estuviera dentro, era tan inexplicable lo que sentía que pensó “ahora te entiendo Estrella, es imposible de explicar” pero los besos de Nico la despertaron de su ensoñación, los besos que el depositaba por todo su vientre sorprendentemente prendían la llama de la pasión una vez más en ella, disfruto de todo lo que sus labios provocaban sobre su cuerpo, cerro los ojos dejándose invadir por el placer que una vez mas se precipitaba sobre ella, se sentía tan bien, él seguía besando cuesta abajo sobre el vientre bajo no se apresuraba si no que se deleitaba en todos los sabores sobre su piel, pero su propósito era aun más sublime, el aroma embriagando sus sentidos, ese delicioso aroma que lo llamaba a gritos, ya no podía esperar más, bajo en besos hasta la entrepierna, estando en el lugar preciso, inhalaba deseoso dejando que el olor penetrara todos sus sentidos, disfrutándolo, el aroma le traía placer, pero el solo pensar en saborearlo, despertó su deseo, no podía esperar más, con su lengua lamio ese sangre única, era su única oportunidad de saborearla, no quería perder ni una gota; ella disfrutaba de cada beso sobre su cuerpo gimiendo en respuesta, pero cuando sintió la lengua de Nico lamiendo su entrepierna y acercándose a su lugar, el solo pensar que el pudiera… grito ahogadamente –Nicolás no- defensivamente lo tomo por el cabello tirando de el, Nico gruño en respuesta, y sin importarle que estuviera jalando su cabello siguió lamiendo, ahora su lengua paseaba por su centro, ella seguía tirando de su cabello, ella no quería… no debía… nunca le había hecho algo así, no podía dejar de sentirse temerosa por lo desconocido, pero la manera que el seguía lamiendo la estaba enloqueciendo y menguando el temor, un gemido se escapo de sus labios, trato de contenerse pero conforme el mas lamio mas sensaciones placenteras la invadían, seguía tirando de su cabello pero esta vez no era para apartarlo si no por lo que estaba sintiendo, entonces el con sus manos abrió mas sus piernas, no pudo y no quería oponer resistencia, le estaba gustando mucho, se estaba humedeciendo mas, y su centro palpitaba queriendo más, se dijo a si misma “no hay de que temer no seas tonta”, entonces el empezó a lamer dentro de ella; el sabor de la sangre lo tenia enloquecido, minuciosamente lamia cada lugar no queriendo perder nada, nunca podría volver a probar este sabor, nunca, tenia que disfrutarlo ahora, Cam se había opuesto y en otro momento el hubiera respetado eso, pero ya habiendo probado la sangre no había manera de contenerse, el deseo ardió dentro de él, arremetió con su lengua dentro de ella deleitándose en su sabor, esa mezcla de su humedad con esa pequeña precipitación de sangre, era deliciosa, la reacción de ella cambio, ahora ella lo estaba disfrutando, eso lo hizo excitarse aun más, siguió capturando el sabor de ella, ya no había mas sangre por saborear, y el quería mas, sabia que no seria el mismo sabor, pero la sangre de Cam en cualquier presentación era suficiente para satisfacerlo, el deseo hizo que sus incisivos se extendieran y sin pensarlos dos veces mordió su clítoris, ella grito por la sorpresa, por la punzada de dolor y después por la satisfacción, él tomo un poco mas de sangre y aun cuando no estaba satisfecho, la realidad es que nunca lo estaría, no de la sangre de ella, tomo entre sus labios ese botón y succiono deleitándose en hacerla enloquecer, ella se estremecía bajo sus labios, la sentía temblorosa, y su mezcla de gritos ahogados y gemidos le indicaba que iba por buen camino, siguió introduciendo su lengua, paseándola por su estrechez, arremetiendo entusiastamente haciéndolo hasta que la humedad de ella se precipito en exceso, y los temblores y gemidos le mostraron que la había llevado a la cima del placer.
Después de un momento como ese no había habido necesidad de palabras, se habían besado, acariciado aun más, y ahora Cam dormía en los brazos de Nicolás que aun sin poder conciliar el sueño viajaba con las yemas de sus dedos en un recorrido de caricias sobre el cuerpo desnudo de Cam, se sentía satisfecho y feliz como nunca, una pequeña risita se le escapo, se sentía contento, el solo verla dormir y acariciar su bello cuerpo era maravilloso, se sentía tan privilegiado de tenerla, de ser el primer hombre en su vida, verla yacer era un deleite que no se perdería durmiendo ahora, pero en algún momento debió ceder al mundo de los sueños, pues ahora los dos dormían uno junto al otro.
El sonido de un celular lo hizo despertar, beso el cuello de su amada y se levanto a contestar sin ni siquiera verificar quien llamaba –bueno- un poco de silencio y entonces la voz furiosa de Agusto le retumbo en su oído –donde diablos están?, maldita sea Nicolás que te has creído, donde esta mi hija, donde pasaron la noche?, y ni quiero pensar que hicieron anoche- un pequeño detalle se le había escapado –Augusto- respiro profundamente y dijo –lo siento, hablaremos en casa- colgó, que podía decirle y sobre todo por teléfono, no era algo que se tratara por teléfono, inevitable era dar respuestas pero mejor retrasarlo lo más posible, apago el celular, conocía a Augusto y sabia que no lo dejaría en paz, volvió a la cama, tomo a Cam en sus brazos y se dio a la tarea de despertarla dando mordiscos por su cuello, lo logro, aun sin abrir sus ojos ella murmuro –ya es hora de ir a casa?-
-creo que si- respondió él.
-que hora es?- logro decir entre bostezos.
-mmm- mirando un reloj sobre la pared de la habitación respondió –las 7 de la mañana- ella se sentó sobre la cama apresuradamente y buscando su mirada dijo –que?- -nos quedamos dormidos, aparte de que no contemple el hecho de que no ir a dormir a casa traería problemas- -oh mi padre- mascullo ella llevándose una mano a su boca –que le voy a decir, como voy a explicar… oh por dios-
-acaba de llamarme… esta muy molesto, yo le dije que hablaríamos cuando volveríamos a la casa- no sabia que mas decir, conocía a Augusto demasiado bien para saber que lo que les esperaba no seria fácil, pero al ver a Cam recién levantada con sus mejillas rosadas y un poco despeinada Augusto paso a segundo plano, a pesar de ese pequeñísimo inconveniente despertar al lado de Cam era maravilloso, y tan solo recordar todo lo que había pasado anoche entre ellos le hacia querer hacerlo otra vez, de solo pensarlo sintió a su miembro despertar, sintió que Cam lo observaba, así que sacudió su cabeza buscando alejar esos pensamientos y se encontró con su mirada, al hacerlo fue como si una chispa eléctrica pasara de uno al otro, se miraron un pequeño instante, entonces Cam volviéndose a acostar se acomodo entre sus brazos, quedando su rostros uno frente al otro; su cuerpo se sentía extraño y dolorido en lugares obvios, pero había algo mas que superara esas sensaciones en su cuerpo, y eran todos los sentimientos que seguía sintiendo dentro de ella, ese vuelco en el estomago que mas allá de ser una sensación desagradable era lo contrario, quería decirle tantas cosas a Nico, que el pudiera sentir lo que le provocaba de la misma manera que ella podía cuando estaban juntos, era algo tan maravilloso, era mágico que aunado a lo que ella sentía por el, pudiera sentir todo lo que el sentía cuando se besaban, cuando se tocaban, era maravilloso estar enamorada de él, ya que sentía los sentimientos de el pero no tomaban el control en ella, y era una sensación demasiado grandiosa para ser explicada, sin tan solo el pudiera sentirla, pero no podía, entonces ella tendría que encontrar las palabras para decirle que feliz se sentía, o hacer que él lo supiera, acerco sus labios a los de él, los cuales beso delicada y lentamente, después de ese tierno pero no menos delicioso beso, se acurruco mas junto a él, sus cuerpos desnudos rozándose uno contra el otro, quizás debería estar pensando en que decirle a su padre una vez que lo tuviera enfrente, pero estando así con Nico nada mas importaba, el enfrentamiento con su padre seria inevitable así fuera ahora mismo o en unas horas, así que para que preocuparse por eso, estando sus cuerpos entrelazados no pudo evitar sentir esa parte de Nico dura presionando contra su vientre, su cara estaba en el cuello de Nico, empezó a besarlo, y entonces se permitió usar su don deliberadamente, al ver lo que el estaba pensando y sintiendo no pudo evitar reírse, no porque fuera gracioso, si no por lo que había visto y sentido la hacia sentirse muy feliz –Tramposa- dijo él, ella paro de reír y busco su mirada –porque me dices eso?- apretándola más contra él dijo –porque estas viendo dentro de mi, eso es trampa- no pudo evitar sorprenderse y dijo –tu sabes que lo hice?- él asintió, pero como era posible, entonces recordó aquella primera vez que lo toco y que siendo inevitable en ese primer contacto ver dentro de él, también lo había notado y se lo había reclamado –como puedes saberlo, la primera vez que lo hice también lo sentiste, pero como, mi abuela siempre dijo que cuando vez en alguien esa persona no tiene ni idea de que lo hiciste, pero cuando lo hago tu siempre lo notas- él acaricio su mejilla delicadamente y dijo –hermosa yo también tengo algunas habilidades especiales, aunque las llamaría raras- ella empuño su mano derecha y le dio un golpe en el pecho en señal de reclamo –y como es que yo no sabia nada de eso- él se rio y sobo el lugar donde fue golpeado asemejando sentir dolor –todo vampiro debe tener sus secretos- dijo entre risas, ella lo volvió a golpear, él no pudo evitar seguir riendo, pero a ella realmente le molestaba descubrir eso, acababan de hacer el amor y se daba cuenta que había millones de cosas que no sabia de él, y eso la entristecía, él la nota seria, paro de reír y dijo –que pasa?- ella respondió –nada, es solo que hay millones de cosas que no se de ti, y eso me entristece- acariciando su espalda desnuda dijo –amor si, así como también yo no se miles de cosas sobre ti, pero ya las iremos descubriendo juntos, lo de que todo vampiro debe tener sus secretos es una broma, yo no quiero tener secretos para ti, soy un libro abierto, cuando tu quieras puedes usar ese don tuyo y ver lo que quieras- las palabras de Nico eran sinceras pero sobre todo agradables, él tenia razón era obvio que habría miles de cosas por descubrir el uno del otro, hace nada que se conocían, se habían enamorado rápidamente y conectado de una manera especial, quizás no se conocían detalladamente el uno al otro, pero el amor entre ellos era real y fuerte, no podía negar que el ofrecimiento de ver lo que quiera y cuando quiera era tentador, pero era mejor juntos descubrirse el uno al otro, sonriéndole le dijo –tienes razón soy una tonta, gracias por el ofrecimiento pero prefiero descubrirte poco a poco- con sus manos acaricio el cuerpo de su vampiro como le gustaba llamarle, mientras lo hacia dijo –pero hay algo que no puedo evitar y es sentir como te sientes cuando estamos así- sonriendo pregunto –y que estoy sintiendo?- ella río y tomando en su mano esa parte de él –mmm duro- dijo ella entre risas, el mordisqueo uno de sus hombros mientras decía –chistosita, sabes a lo que me refiero- -si lo se, tu estas muy feliz, realmente sientes muchas cosas al mismo tiempo pero sobre todo siento en ti cuantas ganas tienes de… ya sabes- dijo mientras acariciaba tímidamente su miembro, él giro su cuerpo para quedar sobre ella y dijo –y tu?- mirándolo a los ojos dijo –me muero de ganas- escucharla decir eso lo hacia tan feliz, sin poder evitar sonreír dijo –si?- -si, Nico me vuelves loca, yo… nunca imagine que hacer el amor fuera así, fue tan… me encanto, no se como explicarte pero lo que me haces sentir es maravilloso…- sentir la mano de Nico sobre su centro la hizo sobresaltarse –Nico- -te gusta?- pregunto él mientras friccionada su mano sobre ese delicioso lugar, después jugueteando con su clítoris entre sus dedos, ella entre gemidos dijo –si- -y esto?- pregunto él introduciendo dos de sus dedos en ella, la espalda de ella se arqueo dejándolo llegar mas lejos, los gemidos de ella fueron respuesta suficiente, una vez sus dedos fuera se envolvieron en caricias y besos, saboreando mutuamente sus cuerpos, disfrutando de su amor cargado de pasión, habiendo esperado suficiente, y no pudiendo alargar mas su deseo, el se introdujo en ella, y una vez mas le hizo el amor en un ambiente lleno de pasión y deseo, y saturado por sonidos eróticos emitidos por ambos en ese momento de máxima excitación culminado en una explosión de placer que los invadió a los dos llevándolos a la cima de la satisfacción.
Después de hacer el amor yacían abrazados, entonces ella dijo espontáneamente –me muero de hambre- Nico se rió alegremente y dijo –es normal que tengas tanta hambre, déjame pedir que nos suban algo- -y mi papá?- Nico suspiro y dijo –si ya lo hemos hecho esperar toda la noche y desde que llamo no creo que tomarnos el tiempo para que comas algo complique mas las cosas- -supongo que tienes razón- después de que comieron, se bañaron juntos, y ahora se vestían para ir a lo inevitable a encontrarse con Augusto, entonces Cam agitando sus pantys dijo –Nico que se supone que me voy a poner si las has destrozado- -lo siento te comprare unas para reponerlas- ella rodo sus ojos y dijo –ese no es el problema, que me pondré ahorita- entendiendo el problema Nico trato de no reírse pero no pudo contenerse, ella le lanzo las pantys a la cara y dijo –no es gracioso- él se acerco, la abrazo y dándole un rápido beso dijo –lo siento, pero tendrás que irte sin unas puestas- -como si tuviera de otra- -pero no te preocupes no es como si alguien lo fuera a notar- dijo él –que peso me quitas de encima Nico- se terminaron de vestir, ya listos salieron de la habitación, en el elevador Cam miro a Nico y dijo –la próxima vez recuérdame traer repuestos- 15 minutos después se encontraban entrando a la casa, Cam tenia los nervios de punta, no tenia ni idea de que decir o hacer, pero sobre todo no tenia idea de cómo reaccionaria su padre, no es como si lo conociera tanto, su consuelo era ir de la mano de Nico y saber que no estaba sola en esto; en la sala vieron a Augusto sentado en uno de los sillones hojeando una revista, Nico sabia que Augusto aun cuando no les había dirigido una mirada sabia que estaban allí aun desde antes de entrar a la casa, pero sin embargo él se mostraba abstraído en lo que hacia como si ellos no estuvieran allí, armándose de valentía Cam dijo –ya estamos aquí- pero su padre no mostro signos de haberla escuchado, nadie hablo, Cam y Nico solo se miraron mutuamente, entonces Augusto dejo su revista, se puso de pie y se acerco a ellos sin decir palabra, Nico se temía lo peor tanta calma no podía ser buena, conocía demasiado bien a Augusto para creérsela, y entonces paso, Augusto tomo a Nico por la camisa y lo aventó contra una pared, Cam no podía creer lo que acaba de hacer su padre, Nico no estaba sorprendido de que Augusto le hiciera esto, pero aun así lo agarro desprevenido así que el golpe contra la pared fue duro, la fuerza que uso Augusto para aventarlo fue demasiada, el impacto fue fuerte, de no ser porque Nico era vampiro quien sabe lo que el golpe le hubiera provocado, Augusto empezó a acercarse hacia Nico, pero Cam lo jalo del brazo y dijo –estas loco, para!- -vete a tu cuarto Camille, esto es entre Nicolás y yo- interponiéndose en su camino dijo –que te crees que soy una niña que puedes enviar a su cuarto, no te atrevas a volver a lastimar a Nico, nunca te lo perdonaría me entiendes?- padre e hija se miraron encarecidamente.

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